Por una cabeza verdad Gardel???

Por una cabeza y ella me olvida, por un toque y ya no eres mía,
Por un instante mi alma te quería, un mundo, distante lejanía,
Por una mirada fría, por un suspiro, y una agónica herejía,
Por un alfiler, que se convirtió en mil leguas, ya no me sonrías,
Por un desierto de labios, de tu cuerpo, ausencia y melancolía,
Por un destierro, por un cántaro roto, por mi alma tan vacía,
Por un despecho, tan infame, llora mi esperanza mal herida,
Por un poco, por mucho, goza en el infierno Satán y su jauría,
De negras bestias, alimentadas con la carne molida de mi apatía,
Por un despecho, por una gruta perdida, por una cabeza, ella olvida,
Yo por ella recuerdo, tanto que por ella mi espíritu poeta sentía,
“Por una cabeza y ella me olvida”, rosas en tu tumba sombría, Gardel

Cuento de Hadas

El carruaje de zafiros aguarda espléndido (por ellos),
La luna se vistió de turquesa y la tarde se bañó en ámbar (para ella),
El traje de espejuelas (de él) parece hacer temblar (a todas),
La inacabable cola del vestido (de ella) coquetea (con todos),
Gentilmente (él) toma la mano quebradiza en ansias (de ella),
Firmes pasos (de los dos) se enrumban al altar (de la vida),
Para atar los corazones (de ambos) en eterna promesa de amor,
Junto a mil ojos expectantes (de sus amigos), y una bendición (del padre),
Colocan (sus rodillas) sobre almohadones, y (sus nalgas) en las sillas (todos),
Se aprestan (ellos) a decir sí (a su amor), en canto celestial (de querubines),
Mientras (yo) lloro lágrimas oceánicas (por ella), y suspiro (por mi suerte),
Aferrado tristemente (a una botella), deseando un minuto ser (él),
Y no ser (yo), así lentamente se apaga (la luna, o mi ilusión),
Y desenfadado canto alegremente (una canción), buscaré (otra supongo),
Que sepa anidar (esta emoción), y que cobije (mi helado corazón).

Bang!

Dos de la tarde, dos niñas juegan en la terraza,
aproximadamente las dos, cae una gota de lluvia,
cae un hombre, cae un meteoro, su plan estudia,
el Signo de Poppe, como ajustar la carabina a las sienes,
Primero mi ùltima cena, despùes ellos recogeràn las heces,
Cierra la puerta, parece que al loco nada lo detiene,
vuelve a su casa, apunta con certeza, el metal està frìo,
colocado contra su cabeza, dos ùltimas ideas, nada de torpeza,
cavila su muerte, y escuetos sus planes ya se manifiestan,
"ding dong", la vecina ocupa algo, inoportuna es su visita,
ding dong en la puerta, su corazòn late como cruel tormenta,
la vecina llora, algo le afecta, ruin destino, humano proxeneta,
la tarde se hizo noche, la noche pasò mil almanaques,
nuestro heròe botò su arma, con su vecina hoy apuesta,
por un trago de absurdo, por una vida y un alma estrecha,
a su pecho, a sus besos, esa simple, pero eterna promesa

Dame

Dame amor hasta que nos alcance la vida
o quítamela ahora para no tener que volver a morir,
ya sea en tus brazos o para ser parte de la tierra.
Dame un poco de lo que te ofrezco mientras este vivo,
mientras intento reconocer que ya no puedes o no quieres
darme mucho más o menos que un no sé que decirle.
Dame esa seguridad de que estamos haciendo lo correcto,
juguemos con la culpa repentina de pensarlo para después
escondernos y protegernos detrás de muchos perdón.
Quisimos ofrecernos esto y más en distintos tiempos,
todo lo que no teníamos, y no lo teníamos
dado que sabíamos que no podíamos recibirlo del otro.
Dame a partir de ahora todo lo que quieras excepto
tu olvido hacía mí, sabes quien soy
y no te puedes deshacer de eso, porque yo lo necesito.

Mi estrellita fugaz

En la cumbre de sus labios danzan finas palabras,
Hipnotizado por su lengua, expectante de su alma,
Es tan tierna, tan sensata, mis ojos en ella se amparan,
Y los suyos me roban el aliento, así su esencia emana,
Gira lento su cabello, en tenue viaje entre sus dedos,
Corre y escapa una sonrisa en su tez, radiante por ese momento,
En el matiz de luces y ruidos, ella es mi único firmamento,
Una bufanda, un disco inglés, ella es todo lo que estoy viviendo,
Un paseo, otra sonrisa, sus ojos, de mi alegría dulce espejo,
Se aproxima, se acerca, se va su boca, y por ella voy la razón perdiendo,
Tan solo quiero un beso, es una llama que aviva y pronto quiere acabar,
Un oasis de luz, sonriente mundo único, eres payasita, un paraje de paz,
Una película, otra canción, sus palabras me permiten tan solo admirar,
Y constatar, y contemplar, ella es hermosa, es tan noble, ella se va,
Mas desisto dejarla, perderla, es mi recuerdo, de mil caras en un bar,
No pierdo tiempo, me marcho, miro el cielo y anhelo una estrella fugaz,
Pido un deseo, ya sabrás cual es, volver a su luz, volver a ella y de nuevo volar,
Con sus sonrisas, con sus alas, y por siempre con ella soñar

Sólo escribo.

Van creciendo
mis palabras,
va gastándose
la tinta
y las hoja en blanco
van llenando sus espacios;
para escribirte
no lo mucho
que te amo,
no lo mucho
que te extraño,
ni cuanto
te he pensado.

Sólo escribo para decirte
que mis letras aún
no quieren decidirse…
¡ Si te odio o si te amo¡

Amor nuevo, amor viejo.

Este amor que te tengo,
crece como hierba en invierno
me colma el cuerpo, la sangre
y llena mi garganta de aire fresco.

Este amor es como lluvia
que cae en el océano,
como una y mil estrellas
que se prenden en el cielo.

Este amor que es viejo
y se siente tan nuevo,
simple se confieza, mientras
crece como el sol con el alba.

Nara (Para vos, el más viejo y arraigado amor que conozco)

Ofrezco mi corazón

Ofrezco corazón roto, vulnerable y traumado,
te ofrezco mi alma que está aniquilada
y todo aquello que me haya sobrado
de cuando estaba mi chiquita amada.
Ofrezco pedazos de un corazón frágil,
lastimado por cierta ausencia femenina,
hecho de más agua que de carne debido a la sal
que contienen varias o algunas lagrimas.
Ofrezco vida latente en este corazón,
que esperabas después de traumar la confianza,
la inocencia de creer en la melodía de mi canción,
mientras algunos conocidos sus maldiciones lanzan.
Ofrezco corazón, respuesta de amor, ofrezco mi corazón,
al no tener nada que perder… te ofrezco mi ser.

Prueba de Amor

Ayer te tuve conmigo. Me estabas besando, me estabas amando... Te estaba soñando. Miro a travez de mi ventana, y veo que tienes un nuevo amor. Te está abrazando, te está acariciando... Me está matando. La tomas de la mano y le dices lo que me juraste en aquella fantasía... Para ella todo es tan mágico...
Mientras tu la sigues adorando, yo sigo recordando los poemas que no me dedicaste, extrañando abrazos que no rozaron mi piel, besos que nunca tocaron mis labios, y esa traviesa mirada que nunca se encontró con la mia...
Y al pensar en esto, empiezas a convertirte en ese mounstruo que me carcome el alma y me obliga a guardar esperanzas inútiles. Y te odio, te odio como nunca he odiado. Te odio porque no soporto el hecho de amarte tanto y no poderlo evitar. Porque aún cuando me daña y me va quitando la vida a suspiros, sigo queriodo matarte a besos. Porque el odio es la muestra más grande de mi amor hacia ti...

Frustración

Me tomas de la mano. Me abrazas. Los besos calientan mi piel. Me llevas, extraño, donde el sol nos ciega a los dos y me preparas para que sea tuya. Te beso mientras la multitud nos observa, y entre tanta gente, te veo; mi amado, mi ser, mi todo. Me miras a mi y a ese extraño que me va robando el aliento y empiezas a mostrar tu dolor a gotas... Porque yo aborresco esos besos que estan erizando mi piel y no soporto ese abrazo que me amarra el corazón y me obliga a ceder. Y ese, ese que ahora me va haciendso suya... ese debiste haber sido tú!

La agonía de una sonrisa

Nunca creí que sonreír fuera algo difícil. Al contrario, siempre he sido una persona muy risueña (pregúntele a cualquiera que halla pasado conmigo más de una hora). Pero eso era antes de recibir una de las peores noticias de mi vida. Esa tarde de junio en que escuche una conversación telefónica de mi madre, discutiendo a cerca de la situación crítica de mi abuelita, hizo q cambiara la forma de ver la vida. Ahora, mover esos más de 40 músculos faciales era toda una odisea, ya que el entumecimiento que esto causo en mi cara fue total, provocando que la desesperación fuera el único sentimiento capaz de expresar.Aquella señora no era ni siquiera mi familia sanguínea, pero era la mamá de la mejor amiga de mi madre, había ayudado en mi crianza desde que yo era bebé, y todo esto y más la había convertido en mi tercera abuelita, como yo la llamaba. Ella, su hija, su yerno y sus nietas se habían unido a mi familia antes de mi nacimiento, y yo los quiero más aún que auténticos parientes.Cuando escuché aquello, lo primero que quise creer fue en que un oportuno milagro la salvaría de tan fatídico destino, ya que nadie con el alma como la de aquella ancianita merecía tan tortuoso martirio. Pero los dictámenes médicos decían otra cosa, y aquel cáncer que le había comenzado hacía tan solo un año, le carcomía ahora los pulmones, la ingle, los genitales y los huesos. Los doctores aseguraban que de junio no pasaría. Esto último hizo que viera caer una a una las esperanzas que inútilmente me había forjado, para caer así en una no muy agradable realidad, haciendo que empapara mi almohada más de una noche. Sin embargo, no ocurrió esto con la principal afectada. Aquella anciana con peluca teñida de azabache seguía conservando algo que ni los funestos pronósticos, ni la indescriptible enfermedad habían logrado arrebatarle: una sonrisa llena de alegría y esperanza, no en la curación sino en la resignación. Aconsejándole a sus llorosos allegados que no sufrieran por su causa y al mismo tiempo aguantando toses y dolores inhumanos, así pasó los últimos momentos de su vida una de las personas más dulces que he tenido la dicha de conocer; rodeada además, del amor que le daba la familia que tanto quería.Ahora que ya no está, ya no sigue siendo la tercera abuelita que tanto me alegraba tener. A aquella dama de cuento le nacieron alas, y la aureola que siempre tuvo, ahora le brilla más. Viste una bata blanca y sus descalzos pies se posan en una afelpada nube. Se ha convertido en mi ángel de la guarda, y me reconforta saber que en estos momentos la tengo más cerca de lo que la pude tener en vida; compartiendo con ella cada tropiezo, cada caricia y cada momento que la vida me da… Y quien sabe, tal vez su divina presencia me ayude a perder poco a poco la rigidez de mi cara.

Retrato de mi vida sin ti

Todavía recuerdo aquella noche; esa en la que secaste mi llanto… Fue eso hace ya tanto tiempo, y sin embargo, lo conservo aún en mi memoria como una pintura fresca que parece que nunca se secará. Quién diría en ese entonces, en aquella época de alegría y risa pura, que me encontraría así, de un pronto a otro. Sola, abandonada y con este corazón que tanto te ama tanto hecho añicos, como si fuese cualquier basura. Siento que estoy rodeada de una oscuridad total que penetra hasta lo más hondo que alguien pueda aguantar… Me despierto de golpe, y así puedo escuchar la lluvia que tintinea en mi ventana, parece como si suplicara entrar para hacerle compañía a las solitarias lágrimas que resbalan por mi cara. Miro mi mesa de noche, y entre las muchas sombras de mi doloroso pasado, encuentro aquel ramo de flores que me diste… Está ya marchito y su aspecto no da otra cosa que lástima, pero aunque no es sino un puñado de polvo, tienen más vida de la que yo tengo ahora. No se porque, pero insisto tercamente en no botarlo. Creo que es porque al verlo te recuerdo de una forma tan especial; y eso calma mi dolor un poco… Y al pensar en todo esto, solo se me ocurre preguntarme si vale la pena seguir amándote de esta inagotable manera. Si alguna vez mereciste una de mis infinitas lágrimas. O si alguna vez pensaste en que la causa de mi sufrimiento y ojos rojos eras solamente tú. ¿Vale la pena seguir amándote, si lo único que he ganado hasta ahora es este sentimiento tan amargo? No lo se yo misma. Ni siquiera se por qué te amo. E incluso, muchas veces me gustaría nunca haberte conocido… Pero cuando te miro, lo único que se es que dejas de ser uno de los recuerdos más tristes de mi vida para convertirte en la única razón del existir de mi universo; y todo lo demás, antes tan importante, simplemente deja de existir. Y cuando te vas de mi lado, y siento que voy a volver a esa terrible oscuridad de nuevo; empiezo a recordar aquella noche en la que con tus manos secaste el llanto de mis ya de por si muy mojadas mejillas…

Desampa- Jones

Viernes de poker, lobos juntos aullan otra vez,
en el reino de risas, absurdos y chistes al revés,
viejas críticas al sistema, papas, ideas sin pies ni cabeza,
pasadas las dos, despúes del fut, tan pargos como ayer,
en la sala eterna, inamovibles, cual esa niebla, que nos atrapa sin correr,
y se queda bailando suavemente, haciendo el alma espesa, aquí se está tan bien,
tarde de póker, en un plasma aparece Hepburn de blanco y negro,
Riquelme transfigurado, en un airado y elect´ronico duelo,
lluvia torrencial en el cielo, hey ponga de nuevo a ese rapero,
seis de la tarde, patacones y café, cenizas en un cenicero,
viernes tan frío, Dulcineas que extrañamos, las extrañamos reunidos,
Diez de la noche, viernes de póker, por siempre aullaremos amigos