Deborah (Parte II)
Ahí, sentado en el banco del patio, en el zaguán de la soledad,
junto a las flores marchitas, ahí te esperé,
ahí, echando raíces, olvidando que esperaba,
ahí, intranquilo, así te esperé, al lado del solitario camino, ahí te esperé,
sabiendo que no vendrías, y yo te esperé,
la espera se hizo nube, y llovió tristeza,
el aguacero de tu recuerdo inundó mi cabeza,
y así te esperé, empapado en soledad, yo te esperé,
con la noción de que no llegarías, lloré y recé,
atascado en el pantano de tu memoria, ahí me quedé,
y las raíces que te pensaban, fuertes crecieron,
y yo aún te extraño, y yo aún te espero.
3 comentarios:
me encanto este poema, de verdad me llego, sigo diciendo, ud si escribe lindo, tiene alma de poeta
Dieguito, este esta demasiado bueno!
Hola compis, no se mucho de poesía pero me gusto tu forma de escribir, yo solamente he hecho un poema en la vida y voy a buscarlo para enviartelo. Sigue escribiendo.
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